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Mostrando entradas de abril, 2016

Las rosas de mi corazón (23 de abril).

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Dice la leyenda que Sant Jordi fue ha salvar de las garras de un temible Dragón (Drac), a una princesa que raptó de un pequeño Reino Catalán al que tenía atemorizado. En la entrada de la cueva de ese malvado Dragón, Sant Jordi libró una feroz batalla que culminó con la muerte del Dragón después de asestarle una estocada mortal en su llameante corazón. De las gotas de sangre de la malvada criatura derramadas sobre la tierra, floreció una rosa de un intenso color rojo que Sant Jordi recogió y entregó a la Princesa, como símbolo inequívoco de su amor. De Dracs feroces y malvados no tuve que rescataros, pero vosotras sois mis princesas y del rosal de mi corazón siempre tendréis la mejores rosas. ¡¡¡Para vosotras mis Princesas!!! Feliz Sant Jordi a tod@s. Recordar regalar un libro, una rosa y disfrutar del día. * Dedicado a mi mujer y mi hija, las Princesas de mi corazón, pero también a mi madre y mi abuela... desde allá donde me veas te echo de menos iaia.

Relatos Pandereta: Sonríe al diablo (cap.03).

CAPÍTULO 3: Hace años, en mi niñez: - Papá, tengo miedo. - Hijo, ¿de que tienes miedo? ¿de los fantasmas y de los monstruos?. - S...s...si... de ellos. - No has de temer mi niño, no existen esos seres. Solo has de temer a otros que no viven ni dentro del armario ni debajo de la cama, aquellos monstruos reales que se esconden tras algunas personas malas. A esos has de temer y andar con cuidado, son difíciles de encontrar y reconocer pero esos si son de verdad. - ¿Tú los has visto? - Algunos si y lo mejor de todo es que a muchos los podemos parar y hacer pagar con la justicia sus malas acciones. Porque ellos también son de carne y hueso. - Mientras tú estés a mi lado no tendré miedo papá.

Relatos Pandereta: Sonríe al diablo (cap.02)

CAPÍTULO 2: La identificación de los restos allados entre las uñas de Ana nos llevó a un hombre de unos treinta y pico años, vecino de un barrio marginal de la capital llamado Ricardo Almunia alias "El Richy", drogadicto y fichado por algún robo por el que había comprobado como se vive en prisión. Un pobre hombre fruto de muy malas decisiones y un entorno muy poco recomendable. La investigación lo situaba como la posible persona que la pudo haber secuestrado y llevado ya muerta a aquel solar abandonado. Solo teníamos eso, que no era poco, pero ahora había que probar que fuera él quien la mantuviera encerrada y abusara de ella, a parte de quienes eran sus cómplices necesarios en ese acto atroz.