Reseña de cómics: Batman DC, Anarquía.

En plena era de los New 52, los autores Brian Buccellato y Francis Manapul trabajarían codo con codo en dos historias, que llevarían a Batman al modo detectivesco, con dos historias con un nexo entre ellas y reunidas en: Batman Detective Comics, Anarquía.

“ÍCARO/ANARQUÍA: ¿Cuál de esas dos palabras podría titular la historia más devastadora? Gotham City nunca ha sido un lugar acogedor para nadie, pero en la tripleta de relatos que incluye este volumen parece más sórdido aún: tráfico de menores o de drogas letales, armas biológicas para la destrucción masiva y espectaculares atentados con víctimas demasiado concretas son solo algunas de las amenazas que deberá afrontar su mayor héroe, el Hombre Murciélago, en un momento personal nefasto tras la pérdida de su único hijo.”

El multidisciplinar Brian Buccellato, que tanto es guionista para cómic, series o cine, así como colorista, junto a otro que no se queda corto como es Francis Manapul, que trabaja tanto como dibujante, colorista, entintador o guionista entre otras, se unieron para tomar el relevo de John Laymon al frente de Batman Detective Comics, para más tarde cedérselo a otro grande del cómic norteamericano como Peter Tomasi, entre los primeros años después de 2011. Y en esa etapa crearon dos arcos titulados Ícaro y Anarquía, que devolvían al personaje a esas aventuras de investigación puramente detectivesca que son siempre tan bien recibidas por los fans. 

En la primera, Batman se situará sobre la pista de una peligrosa droga llamada Ícaro, que le enfrentará con lo peor de los bajos fondos de Gotham y a unos nuevos mafiosos que la controlan. 

En la segunda, una extraña y nueva amenaza personificada en alguien autodenominado Anarquía, causará estragos en la sociedad gothamita, enfrentándola entre ella y contra la autoridad.

En ambas historias el hilo conductor es el tráfico de personas y la relación complicada entre Batman y el detective Harvey Bullock, que en ausencia de Gordon, está al frente de la policía de Gotham. Es complicada porque es público y notorio que ambos no se aguantan, pero deben hacer tripas corazón e intentar colaborar para resolver sendos casos.

Ambas tramas están muy bien elaboradas y logran mantener la atención e intriga. Tal vez, en Ícaro su resolución no sea lo mejor, pudiendo ser bastante mejorable para el muy buen ritmo que llevaba, dejando al lector con una sensación extraña pese a todo. En Anarquía, la cosa se resuelve mucho mejor y es, posiblemente, de las dos la más potente, con una trama en la que también tomará partido un Sombrerero Loco, que aportará algo turbio en mitad de todo el desorden público que logrará provocar Anarquía. 

Realmente, son dos historias muy recomendables y que personalmente disfruté, puesto que todo lo que sea llevar a Batman al terreno detectivesco a mí me encanta. En lo visual, de la mano de Manapul en el dibujo y entintado y en el color por parte de Buccellato, creo que se gana otro aprobado, motivo extra para que si se tiene la oportunidad, poder hacerse con su lectura.