Edgehill, los fantasmas de Guerra Civil inglesa.

Durante el periodo comprendido entre el 1642 y 1651, se llevó a cabo la conocida como Guerra Civil inglesa, que enfrentó a los realistas, que apoyaban al Rey Carlos I de Inglaterra, y los parlamentarios o cabezas redondas, que apoyaban la postura del Parlamento de Inglaterra frente a la Monarquía de la Casa de Estuardo. Dicho conflicto tuvo su primer campo de batalla en Edgehill, cerca de Kineton en Warwickshire, el 23 de octubre de 1642. Esta primera batalla está considerada una de las más cruentas en dicho conflicto, que a día de hoy continúa reproduciéndose fielmente, gracias a las apariciones fantasmales de todos aquellos soldados que perecieron allí.

Los realistas, comandados por el Príncipe Ruperto del Rin, y los parlamentarios, dirigidos por Oliver Cromwell, se dieron cita en el campo de Edgehill, para iniciar una guerra que les llevaría años. La Batalla de Edgehill duró tan solo tres horas y provocó la primera gran victoria decisiva del bando parlamentario, pues evitó el avance de los realistas hacia Londres. Al terminar con esta batalla, ambos bandos se retiraron para continuar con las hostilidades en otros lugares estratégicos. Pero lo más misterioso y aterrador fue lo que se empezó a vivir poco después, en el mismo lugar donde cerca de 1.000 hombres perdieron la vida.

Todo comenzó aproximadamente en las Navidades de 1642, donde un millar de soldados perecieron y fueron saqueados sin miramientos los días posteriores, algunos granjeros y personas de campo comenzaron a reportar visiones imposibles. En aquel exacto lugar, caída la noche, comenzaban a aparecer soldados de un bando y otro, para enfrentarse de nuevo. Todas las noches, los fenómenos comenzaban de la misma manera, con el sonido de trompetas, del cabalgar de los caballos y de los pasos firmes de los soldados de infantería avanzando, además de los banderines y estandartes que diferenciaban un bando del otro.

Los días siguientes, el número de soldados fantasma iba aumentando, como si de una maldición eterna se tratara, en la que su castigo fuera repetir constantemente los momentos previos a sus muertes.

Los rumores sobre todas aquellas visiones llegaron a oídos del Rey Carlos I de Inglaterra, que ordenó una investigación para certificar si todo aquello era cierto. Dichos investigadores oficiales llegaron hasta aquel lugar, hablaron con todos y cada uno de los lugareños, que decían ser testigos de aquellas fantasmales representaciones. Algunos militares de alto cargo enviados por el Rey, reconocieron a antiguos compañeros que fallecieron en aquella batalla. 

Todas sus vivencias las registraron en un informe que certificó la veracidad de todas aquellas apariciones fantasmales, siendo el documento oficial más antiguo y único, en el que se reconoce este tipo de fenómenos en toda Gran Bretaña.

Hoy en día siguen habiendo personas que aseguran haberse encontrado con algún fantasma uniformado, a través de alguna imagen que captó el fenómeno. También siguen habiendo personas del lugar, que reconocen que aquella batalla librada en 1642, se sigue repitiendo, a pesar de los siglos, hoy en día.