Viajando por Star Wars: ¿qué se hizo de los Soldados Clon?

Durante las conocidas como Guerras Clon, uno de los momentos más importantes en la historia de Star Wars, la Antigua República se hizo con uno de los ejércitos más potentes y numerosos que pudo haber existido, el del ejército de clones. Pero tras la Orden 66, emitida por Palpatine, en la que se ordenaba a todos los clones la eliminación, hasta casi la extinción, de todos los Jedi de la galaxia, se perdió un poco la pista a esos clones que pasaron a formar el primer ejército Imperial.

A LONG TIME AGO...

El ORIGEN DEL EJÉRCITO CLON.
Tras una minuciosa investigación, el maestro Obi-Wan Quenobi descubrió el planeta Kamino, oculto en los mapas de forma deliberada, y en el que se empezó a gestar la poderosa fuerza de combate clon. Los kaminoanos, que son reconocidos como los mejores clonadores de la galaxia, recibieron un encargo supuestamente del maestro Jedi Syfo Dyaz. Poco después, Obi-Wan descubriría que Darth Tyranus (Conde Dooku) habría suplantado a Syfo Dyaz para, en nombre de la República, contratar un ejército de clones. Todo ello, conducía a un final que los Jedi pretendían evitar.


Los Kaminoanos en su búsqueda por obtener al mejor de los mejores, a la hora de conseguir las muestras necesarias para clonar ese futuro ejército, encontraron en el mandolariano Jango Fett, un conocido cazarecompensas, a su candidato ideal. Por lo que aquel gran ejército de clones, modificados para acortar sus tiempos de crecimiento y ser completamente leales y eficientes, serían un calco suyo, que a cambio de sus emolumentos, solicitó para él un clon no modificado y que cuidaría como su hijo, llamándole Boba Fett.


A partir de entonces arrancarían las guerras clon, con un ejército eficiente y leal que decantaría la balanza en favor de la entonces República y futuro Imperio dominado por Darth Sidious.


LA ORDEN 66.
Tras la emisión de la Orden 66, los clones del entonces ejército de la República, se volvieron contra sus Generales Jedi, eliminándolos uno a uno. Con ello y con la guerra ganada claramente, el entonces Canciller Palpatine logró culminar su gran y oscuro plan, llevado a cabo en secreto y finalmente mostrando su auténtica identidad como Lord Oscuro de los Sith. Curiosamente, la culminación de esos planes, representaron también el principio del fin de los clones en el ejército del ahora Imperio.


Todo clon portaba un chip en su cabeza que le hacía ser completamente sumiso a su líder, Darth Sidious, cumpliendo todas sus órdenes por despiadadas que fueran. De hecho, no todos los clones de la República aceptaron cumplir con la Orden 66, pues un grupo pequeño de ellos decidieron no ejecutarla para no acabar con algunos de esos Jedi, con los que habían entablado buenas y fuertes amistades. Incluso algunos de ellos, se arrancaron el chip que los controlaban y desertaron huyendo a los confines del Imperio. 


Los Jedi tras aceptar ser generales en los ejércitos clon, impulsaron una serie de acciones que daban a ciertos mandos de legiones su propia identidad, debido a que se negaban a verlos a todos igual y creían que todos, pese a ser clones iguales, eran diferentes y tenían sus propias identidades. Por ello y tras acabar imponiendo su ley y fuerza, el Emperador tomó la primera de las decisiones para con los soldados clon, cambiando sus armaduras por unas completamente blancas, menos robustas, pero más manejables y resistentes en ambientes más extremos, que eliminaban de raíz cualquier símbolo o distintivo de individualidad que les otorgaron los Jedi, dejándolos a todos a un mismo nivel además de destinarlos a la patrulla y control del orden en el Imperio.



COMPLOT KAMINOANO E INSURRECCIÓN.
Tras su victoria, el Imperio mantenía control en la producción de clones en el planeta Kamino, pero el Emperador ya empezaba a desconfiar de la lealtad de los clones. En opinión del mismo Emperador, ya no era una buena idea seguir jugándoselo todo con un ejército que provenía de una misma muestra genética, que de forma puntual se había revelado. Debido a esto, abrió el reclutamiento a solo humanos, no clones, y mandó utilizar muestras de donantes distintos para la creación de otros clones. Los más veteranos seguían sirviendo en la mayoría de casos como instructores de los nuevos reclutas y, una importante cantidad de los mejores, pasaron a formar parte de la legión 501, conocida por el sobrenombre “Del Puño de Vader”, que comandaba el mismísimo Darth Vader como una legión personal y devastadora.


Intuyendo los planes del Emperador, algunos kaminoanos iniciaron la producción de un pequeño ejército clon en secreto. Cuando lo tuvieron listo se encontraron que sus planes fueron descubiertos por Vader y el Emperador, que envió precisamente a Vader y a su legión 501 a las instalaciones en Kamino, donde acabaron con los clones destinados a liderar la insurrección y los conspiradores kaminoanos.

LA DESTRUCCIÓN DE LA ESTRELLA DE LA MUERTE.
Cuando los rebeldes lograron los planos de la primera Estrella de la Muerte y se armaron para atacar en su punto débil, con ella murieron gran parte de la totalidad de los clones que aún estaban en servicio, precisamente a las órdenes de Darth Vader.

Tras este hecho los que quedaron de la legión 501 de Vader, fueron disueltos y destinados a la escolta y protección de altos mandos militares del Imperio.

Más tarde, con la destrucción de la segunda Estrella de la Muerte y la muerte del Emperador, los ya muy pocos que quedaban, casi se perdieron en el olvido, hasta que una veintena de años más tarde, cuando el Gran Almirante Thranw se erigió como líder de lo que quedaba del Imperio, recuperando a la 501 que estaba formada por humanos, alienigenas y unos muy pocos clones originales del famoso mandolariano.



Y así es como poco a poco, los fabulosos clones de la Primera República, fueron desapareciendo de la historia de Star Wars.

¡Hasta el próximo viaje por la galaxia!

Comentarios