El inquietante Hombre Sonriente.

Hace unos años, concretamente en un foro de Internet de 2012, se hizo pública una conversación de la que se extraía la perturbadora experiencia de un chico, que aseguraba haber vivido una situación, como poco, extraña. En esa historia se hablaba de un hombre al que el chico describía como El Hombre Sonriente.

El chico de la historia vivía compartiendo piso en una gran ciudad de Estados Unidos. Mientras su compañero de piso dormía, él permanecía despierto durante horas, pues acostumbraba a descansar más de día que de noche. Durante esas noches de insomnio, solía a salir a pasear por las calles de esa gran urbe. Una de esas noches, decidió pasear por un parque abierto y bien cuidado de la ciudad.

Durante su paseo por aquel parque, el chico llegó a un lugar donde encontró a un hombre de pie parado. Aquel hombre vestía un traje claro con sombrero. En un primer momento, no le dio demasiada importancia, hasta que aquel hombre se giró mirándole. Aquel hombre tenía una gran extraña sonrisa en su cara y no dejaba de mirarle. Pensó que era un borracho vagabundeando de vuelta a casa o tomando el aire, pero ese hombre no dejaba de mirarle con aquella sonrisa. De repente, todo empezó a torcerse alarmantemente.

Aquel hombre empezó a bailar dando saltos, levantando las piernas y moviendo los brazos, todo ello sin dejar de mirarle, ni abandonar aquella aterradora sonrisa de oreja a oreja. El chico empezó a caminar más deprisa y justo en ese momento, aquel hombre dejó de bailar y empezó a moverse a grandes pasos en su dirección. A medida que aligeraba más el paso, el hombre aceleraba más su inquietante caminar. En poco rato se encontró en plena noche corriendo por aquel parque, con ese hombre tras sus pasos, con esa aterradora sonrisa y corriendo como un poseso. Al salir del parque continuó su huida por una calle que encontró, el Hombre Sonriente le seguía sin bajar el ritmo, hasta que llegó a un cruce donde parecía que había más personas. El chico se paró un momento miró a su espalda y no vio a nadie, aquel extraño y aterrador hombre ya no estaba, había desaparecido.

Aquella misteriosa sonrisa, era auténticamente perturbadora. Una sonrisa y un hombre que el chico llegó a reconocer que le había marcado de tal forma, que no volvió a salir de noche, si no era acompañado, cambiando incluso sus hábitos de descanso. Tampoco volvió a pisar aquel lugar ni preguntó por aquel hombre, al que tampoco volvió a ver.

Por lo visto poco después de publicarse en Internet el extracto de esa conversación, salieron a la luz diversas vivencias de otras personas, que también habían visto al Hombre Sonriente por la ciudad. Esta historia, elevada a la categoría de Leyenda Urbana, ha motivado algún guión de cine, además de otras historias que hoy purulan por las redes. Puedes tomártela como lo que es, una simple historia de terror, una leyenda difundida por Internet para dar miedo, un falso misterio o puedes tomártela en serio. Sea como sea, la visión de un hombre en plena noche solitaria, frente a ti, mirándote fijamente, con una gran sonrisa que le llena toda la cara, pero con unos ojos que desprenden una realidad algo totalmente diferente e inquietante, es una escena que solo imaginártela te crea un nudo en el estómago.

Comentarios