Alcatraz y el misterio de los fugados.

La noche del 11 de junio de 1962 se convirtió en uno de los momentos más importantes, desconcertantes y misteriosos de la cultura popular norteamericana. Situada sobre un peñón frente a la bahía de San Francisco, al norte de California, se asentaba la prisión de Alcatraz, conocida entre la gente como "La Roca". Considerada inexpugnable, justo hasta el momento en el que su fama se cayó por los suelos al producirse la asombrosa fuga de tres de sus reclusos, Frank Morris y los hermanos Clarence y John Anglin. Su fuga ha sido desde entonces objeto de teorías y leyendas de todo tipo. Pero ¿qué sucedió con aquellos fugados? ¿sobrevivieron o perecieron entre las negras aguas de la Bahía de San Francisco?.

LA PRISIÓN.

Alcatraz fue inaugurada en 1933 y, desde ese preciso instante, adquirió el apodo de "La Roca". Se decidió ubicarla en aquel lugar por estar suficientemente apartada de la población y por su dificultad geográfica, que impedía llegar y salir de allí de forma furtiva, además de la niebla acostumbraba a envolver el lugar, las mareas de la bahía eran frías, traicioneras y peligrosas, además de tener la visita habitual de tiburones blancos. Alcatraz alardeaba de ser el centro penitenciario más seguro e inexpugnable del momento, tanto por su infraestructura como el nivel de eficiencia y dureza de su personal. Hasta Alcatraz llegaban habitualmente los más peligrosos criminales del momento, desde ladrones de bancos, asesinos y conocidos mafiosos como Al Capone.






LA FUGA.

Aquella noche de 1962 los hermanos Anglin, Frank Morris y el cerebro de la fuga, Frank Morris, llevaron a cabo su bien planificado plan de huída que les llevo varias semanas excavar con una cuchara un túnel desde su celda, hasta el punto flaco de la prisión, el encofrado que había entre celdas y que albergaba tuberías de ventilación que subían hasta el techo. 

De los escombros se deshacían llenando sus pantalones, para después esparcirlos por el patio. Aquella noche, treparon por las tuberías hasta llegar a un punto de ventilación por el que salieron y corrieron hasta el agua. Con unas más de 50 impermeables que habían robado de la prisión, lograron construir unos salvavidas y una balsas  con la que se hicieron a la agua y escaparon de Alcatraz

Tras su fuga, quedaron en sus camas unas cabezas hechas con con cartón y pelo de la peluquería y las duchas, que asomaban entre las sabanas simulando que estaban allí durmiendo. 

Otro preso, Allen West, que estuvo al tanto de todo el plan, a última hora no se unió a la fuga, en cambio los encubrió hasta que los guardias decidieron interrogarlo. En su declaración posterior, destapó todo el entramado que fue hundiéndose durante meses.




A esa sonada fuga, que no fue la única que se intentó ya que hubieron otras catorce, todas ellas frustradas con la implicación de 36 presos, 6 de ellos muertos por disparos y 4 ahogados, se unieron las criticas por el deplorable estado de la prisión, a la que la sal del agua estaba oxidando y degradando no solo la estructura si no que también sus cimientos. Su diseño que durante años fue considerado pionero, poco a poco con el tiempo se ha ido poniendo en duda y de aquel, se aprendió para el mejor y más eficiente diseño de futuras penitenciarias. Pero de los hermanos Anglin y Frank Morris nunca más se supo. 

¿ÉXITO O FRACASO?

Estudios posteriores sobre la fuga y las posibilidades de salir con vida de aquello, con el estado de la mar aquella noche y la baja temperatura de la misma, se estima que solo 1 de cada 3 personas, con mucha suerte, podrían haber sobrevivido, por lo que los encargados de la investigación, que en aquel momento que eran los Marshalls, consideraban que los tres fugados no podrían haber sobrevivido a aquella fuga. Lo más extraño de todo es que jamas aparecieron los cuerpos para certificar la muerte, algo que no era demasiado normal pues, después de hundirse los cadáveres de los ahogados acostumbran a salir a flote en poco tiempo.


La posibilidad de que las fuertes corrientes les hubieran arrastrado hasta mar adentro, era una posibilidad real que explicaría porqué no habrían aparecido los cuerpos.

La existencia de tiburones blancos en la bahía de San Francisco, no era algo desconocido y, aunque no era una de las muchas especies de tiburón que habitaban en la bahía, no era ni es extraño que vayan entrando y saliendo, teniendo en cuenta que justo en la entrada de la bahía, residen focas y leones marinos, que constituyen parte de su dieta. Por ello, si en mitad de la noche, uno o varios tiburones blancos confundieron a los presos con focas o leones marinos nadando, encontrar sus restos hubiera sido prácticamente imposible.

Aquello dio para infinidad de teorías que alimentaron muchas historias. Un año después, en 1963, el fiscal encargado del caso consiguió el cierre de la prisión, entre otras, porque las reformas en seguridad necesarias para la adecuación de la misma y reparación de todos sus desperfectos estructurales, hubiera sido económicamente desproporcionada. A ello, se sumaba la evidente y devastadora perdida de credibilidad que hubiera hecho difícil continuar con el servicio.

¿DÓNDE ESTÁN LOS FUGADOS?

Pero aún hoy en día, la gran pregunta sigue siendo ¿donde acabaron estos tres fugados de Alcatraz? A día de hoy el FBI, que es el encargado de la investigación, no ha cerrado el caso. Una de las hipótesis que se plantean, es que pudieron haber muerto en el intento de llegar hasta la costa de San Francisco, pues el permanecer en aquellas aguas heladas durante mucho tiempo supondría, principalmente, la muerte por hipotermia. 

La otra hipótesis, que el FBI defiende, es que realmente lograron sobrevivir. Para ello, se escudan en hechos sucedidos en la familia de los Anglin, ya que la madre de estos recibió desde entonces cada año por su cumpleaños, un ramo de flores. El día de la muerte de la madre, hubo quien aseguró que asistieron al mismo disfrazados de mujeres. Aunque nada de esto se puede probar, que fueran ellos.

En 2013 la policía de San Francisco recibió una misteriosa carta, presuntamente escrita por John Anglin, en la que aseguraba que estaba vivo y que realmente habían conseguido huir. En la carta explicaba que vivió en varios lugares de Estados Unidos, siendo Carolina del Sur su actual residencia, que en ese momento tenía 83 años y que estaba enfermo de cáncer. Además, daba pistas sobre sus otros compañeros de los que decía que Frank Morris falleció en 2008 y su hermano Clarence en 2011. En la misma, también aseguraba que si anunciaban el contenido de esa carta en los medios de comunicación, el mismo se entregaría para ingresar en prisión y cumplir condena, aunque su enfermedad le obligaba a tener cuidados constantes. Los análisis realizados a la carta no arrojaron nada nuevo a la investigación, ni tan siquiera pudieron confirmar que su emisor fue el propio John Anglin. Por lo que la sombra de la pista falsa, tomó cierta fuerza.


LA MAGIA DEL MISTERIO.

Aún así la fuerza del misterio de Alcatraz es imparable e incluso años más tarde, en 2015, volvió a ser noticia gracias a un documental especial del canal Historia, en el que de nuevo se teorizaba sobre el resultado de esa fuga y uno de los familiares de los Anglin mostró una sorprendente fotografía, en la que supuestamente aparecían Clarence y John  en 1975 en un rancho de Brasil, donde habían vivido desde entonces, una teoría que parte de la familia siempre habían defendido y que este familiar aseguraba que ya era hora de que saliera a la luz.


El FBI no dará por terminada oficialmente la investigación hasta que los tres huidos de "La Roca" no cumplan los 99 años, fecha límite que marca la ley para dar carpetazo al asunto.

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