La croqueta: de tradición francesa a icono español.
Poca gente encontrarás a la que no le gusten las croquetas. Uno de esos platos míticos, para algunos tediosos de preparar, pero que se terminan degustando como un manjar sencillo, tan típico español… o no. Descubre el origen de la croqueta.
Corría el siglo XVII, cuando la primera referencia a las croquetas la encontramos en el libro de cocina de 1691 “Le cuisinier royal et bourgeois” de François Massialot, el cocinero al servicio del duque de Orleans.
Para entonces, las croquetas o croquer en francés, eran distintas a las que preparamos hoy, puesto que eran pequeñas bolas de carne con huevo, trufa y hiervas empanadas y fritas que hacían las delicias de la burguesía francesa, perfectas para aprovechar las sobras de comidas anteriores. Pero no fue hasta 1817, cuando el reconocido chef Marie-Antoine Carême sirvió las Croquettes à la royale, en un banquete en honor del Príncipe consorte de Inglaterra y Gran Archiduque Nicolai de Rusia, convirtiéndolas en un plato refinado. Fue esa receta y estilo nuevo de prepararlas el que, poco a poco, comenzó a extenderse y popularizarse más allá de la nobleza. Unas croquetas preparadas ya sí con bechamel y otros ingredientes, pero con el mismo objetivo, aprovechar sobras hasta convertirlas en un plato propio de grandes eventos.
Aunque para encontrar una referencia que nos muestre como las croquetas cruzaron los Pirineos para quedarse en España, debemos remontarnos allá por el 1830, en pleno siglo XIX, cuando aparecería una receta para cocinar croquetas dulces. Estas croquetas se preparaban con arroz y leche, muy distintas a las que triunfan hoy en día y que se han convertido en plato típico español saladas, con bechamel y otros ingredientes como carne, embutidos, pescado, etc que se preparan en los hogares y que son comunes encontrar en bares de tapas.
Como ves, la croqueta es otro de esos platos cotidianos con una historia que seguramente desconocías.
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