La Pesanta: la sombra que asfixia en la noche.

Los miedos relacionados con la noche son muchos y variados, dependiendo de la cultura, las leyendas que los explican cambian en forma, pero siempre terminan describiendo lo mismo. Una de estas figuras aterradoras que durante generaciones han acechado en las noches, se la conoce como La Pesanta.

En el folclore catalán la figura de La Pesanta, fue muy popular aproximadamente hasta finales del siglo XIX, principios del XX, cuando poco a poco la gente empezó a olvidarla. En los pueblos más recónditos de Catalunya, aún se seguía hablando de una sombra extraña, que se colaba en los dormitorios en plena negra noche, con el fin de atormentar a quien allí descansaba.

Ya fuera colándose por una puerta entre abierta, por su cerradura o por cualquier grieta en la pared, una sombra, en ocasiones vaporosa, se desliza en el dormitorio. Su víctima, hasta entonces dormida, es incapaz de moverse o articular palabra alguna, encontrándose presa en su propia cama con los ojos abiertos, siendo consciente de todo a su alrededor y de ese misterioso ente observando a los pies de la cama.

Quienes han transmitido sus vivencias, describen a esa entidad como una figura negra, sin una forma definida o, al menos no del todo, grotesca y amenazante. En otras, hablan de figuras de personas con cara borrosa o familiares, pero con ciertas diferencias que las hacen aterradoras, otras, realmente la mayoría, las describieron como un perro negro con patas de metal y orificios en ellas. 

En cualquier caso, ese ente oscuro se acerca poco a poco a su víctima, hasta posarse encima mismo de ella, oprimiendo su pecho.

Al terminar con esa terrible experiencia, La Pesanta desaparece y la persona aterrada por ella, retoma el control de su cuerpo en mitad del desconcierto por todo lo vivido, volviendo está a su escondite entre las ruinas de antiguos castillos o iglesias.

No son pocas las personas que han sufrido la visita inquietante de La Pesanta, de hecho, su historia y origen se remonta a plena edad media. Entre el siglo XIV y el XV, en Catalunya hubo diferentes terremotos que la asolaron, marcando una época de miedos y supersticiones que dieron pie, de alguna manera, al origen de La Pesanta.

Durante aquellos terremotos se abrieron brechas en la tierra y las rocas, que aquellas temerosas personas del medievo atribuían a puertas abiertas al mismísimo infierno que denominaban las “brechas del infierno”. A través de aquellas aberturas, se creía que cruzaron entidades o demonios del inframundo a nuestro plano. Entre esas entidades endemoniadas se encontraba La Pesanta, que huyó de las profundidades de la Tierra para instalarse entre nosotros.

A día de hoy, la mayoría de catalanes y catalanas desconocen la leyenda de La Pesanta, una leyenda que, por otra parte, la ciencia y la medicina dieron explicación en forma de parálisis del sueño, una condición que se estima que padece entre el 50% o 60% de la población mundial y que el 5% de las personas la experimenta de forma recurrente.

Pese a esa explicación lógica, aún hoy muchas personas siguen creyendo en La Pesanta, como una entidad real y escalofriante, que atormenta a las personas mientras se encuentran acostadas en sus camas, paralizadas completamente mientras sus ojos despiertos, contemplan la tenebrosa realidad a su alrededor.