La verdad sobre la Regla de los 5 segundos.
Quién más quién menos, la ha invocado en alguna ocasión. Y es que esta regla no entiende de culturas, es prácticamente una tradición que traspasa cualquier frontera para aplicarse de manera que todos la hemos tomado en consideración en algún momento o creído a pies juntillas en ella, como si fuera una realidad universal. Pero, ¿qué hay de cierto en esta conocida regla?
La ciencia no solo se centra en el estudio de los secretos del universo o en las cosas que nos ayudan a avanzar y mejorar en nuestras sociedades, también hay espacio para el estudio de esas supuestas “verdades”. De esta forma, desde los 2000 hubo algún que otro estudio científico que aportaba matices relevantes sobre esta curiosa regla.
Y es que estos estudios científicos se han basado en matizar que tipo de superficie y alimento, es más propensa a transmitir y absorber esas bacterias nocivas para nuestra salud y en cuanto tiempo. Por ello, conocemos que las superficies lisas como baldosas o de acero inoxidable transmiten muchas más bacterias a nuestros alimentos, que superficies alfombradas o enmoquetadas. Esto se debe a que los tejidos de ese tipo de superficies, absorbían las soluciones bacterianas que los investigadores les rociaban o aplicaban, evitando transferir tantas bacterias como esas soluciones lisas, en las cuales las bacterias se quedan en su superficie con mayor riesgo de ser transmitidas en menor tiempo y mayor cantidad. Igualmente, no parece una buena idea ponerse a comer depositando la comida encima de una alfombra, por aquello del polvo, pelos o ácaros que también acostumbran a tener, sin olvidar que esas bacterias, pese a ser absorbidas por esos tejidos, siguen estando ahí.
Lo que los científicos también demostraron fue que los alimentos húmedos, como pueden ser frutas entre otras, son más propensas a recibir más bacterias de esas superficies o suelos, que los alimentos más propiamente secos.
Sobre la base de la regla, esos 5 segundos, la ciencia nos ha demostrado, así como diferentes pruebas de aficionados a la ciencia, que la transmisión una vez toca esa superficie es prácticamente inmediata.
La ciencia también se ha encargado de recordarnos, que no solo debe caerse ese alimento al suelo para que se transmitan esas bacterias, puesto que otras superficies domésticas como encimeras de cocina, tablas de cortar o mesas de comedor pueden ser transmisoras potenciales, dependiendo de lo más o menos limpias que puedan o creamos que puedan estar. Nuestros dedos de las manos también pueden ser potenciales transmisores de bacterias.
Ya ves que la Regla de los 5 segundos no es para nada algo que debiéramos aplicar a nuestro día a día. Si se te cae un alimento en el suelo de casa, pero mantienes un buen y sano sistema inmunológico, no deberías tener problema alguno de salud, pero la cosa cambia radicalmente fuera de ella, siempre que mantengas una limpieza periódica de la misma, contando que la limpieza 100% en nuestras casas, me temo que no existe por mucho que nos pongamos.
¡Hola!
ResponderEliminar¡Ah, ¿no eran 20 segundos?! Ufff, ahora entiendo muchas cosas...
(Es broma, jeje).
Me han hecho gracia los dibujos y muy bueno el artículo, todo lo que se caiga al suelo, a la basura...
Un abrazo. :)
Totalmente, mejor no arriesgarse. Descubrí que en algún lugar del continente asiático, el tiempo de la regla se extiende a minutos, si mal no recuerdo. ¡Una locura! ¡Muchas gracias por comentar Merche!
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