Mis Impresiones sobre: PREY (LA PRESA).

Cuando la productora FOX cayó en manos de DISNEY, una potente franquicia, pero desaprovechada en los últimos años, pasaba a centrar de nuevo muchas miradas. Tras un tiempo ya de su primer anuncio oficial, la espera se hizo larga, aunque las miguitas que nos iban llegando, así como los tráileres que se publicaban, ayudaban a que el hype fuera aún más grande. Por fin puedo publicar Mis Impresiones sobre la última entrega de una de las sagas cinematográficas que más admiro: PREY (LA PRESA).

Situada en las llanuras de la América del Norte de principios del siglo XVIII, en plena Nación Comanche, la joven Naru, que sueña con romper con lo preestablecido y convertirse en una gran cazadora, como lo es su hermano, enfrentará un peligro llegado de otro mundo que amenaza la existencia de su tribu.

Algunos sapos hemos tenido que tragar los fans hasta llegar a PREY. Desde la infumable THE PREDATOR (2018) que prometía mucho, entre otras cosas porque tras las cámaras estaba un viejo conocido de la franquicia, Shane Black. Pasando por la digna y entretenida, pero no suficiente, PREDATORS (2020), producida por Robert Rodríguez y los crossovers para olvidar de Alien Vs Predator. Todas ellas herederas del tremendo éxito que supuso la cinta original de 1987, PREDATOR, dirigida por John McTiernan e interpretada por Arnold Schwarzenegger, que nos dejó una secuela en 1990 de título PREDATOR 2, de la mano de Stephen Hopkins y con Danny Glover como protagonista, que en lo personal supe apreciar y valorar mejor con el tiempo. Esperanzas y decepciones desde esa gran primera entrega del 87, hasta llegar a 2022, donde la saga gana el aire fresco que tanto necesitaba gracias al buen hacer de Dan Trachtenberg, un joven director norteamericano que tiene a sus espaldas la aclamada por crítica y público, Calle Cloverfield 10 (2016).

En PREY la acción nos sitúa hace 300 años, en el territorio conocido como Nación Comanche. Justo cuando los primeros colonos europeos comenzamos a llegar al continente, para esquilmar nuevos y abundantes recursos, antes de empezar a desplazar y enfrentar a los nativos americanos en sus propias tierras. Es en ese momento histórico cuando la cinta nos presenta a la nueva heroína de la saga. Naru es completamente diferente a los héroes de otras entregas, donde la testosterona y la fuerza física acaban resultando un punto diferenciador para enfrentarse a la amenaza Yautja.

Con Naru tenemos a una joven comanche, que aspira a convertirse en una gran cazadora, contra la opinión de muchos otros grandes guerreros de su tribu que la desprecian constantemente. 

Su aspecto a primera vista frágil, por lo que nos tenía acostumbrados la franquicia, lo compensa con una gran inteligencia y habilidades tácticas y de combate que, sobre el terreno, la convierten en una sorprendente y perfecta heroína. Amber Midthunter, que interpreta a Naru, consigue crear un personaje con mucho carisma, fuerte y persistente luchadora, que convence y se adapta a la perfección a la franquicia.

Aparte de proponer una gran trama, con un buen ritmo que permite desarrollar suficiente al personaje principal en el tramo inicial, personajes que encajan muy bien y momentos de acción épicos y salvajes, hay otros aspectos que terminan por completar ese círculo virtuoso. 

En la producción de la película, se quiso representar de la forma más fidedigna la vida y costumbres de las tribus comanches de aquella época y hacerla más creíble y auténtica. Para ello se rodearon no solo de un extraordinario reparto con raíces comanches, también de una productora comanche, Jhane Mayers, que ayuda a ese cometido.

Para representar al Yautja, se le ha dado un aspecto más fiel a las costumbres de esta gran raza alienígena, donde además de sus recursos y armas mucho más avanzadas, nos encontramos a un Predator aterrador, amenazante y brutal que hará las delicias de los más fans. 

La construcción del propio personaje desde que aterriza en la Tierra, nos mostrará una progresión en la que se irá enfrentando y probando su valía, contra rivales cada vez más fuertes. 

Mucho se ha escrito sobre las diferencias entre el Predator de esta entrega y el que todos tenemos en mente de la película original. El Yautja que aterriza en los primeros años de 1700, es un Yautja mucho más tribal, acorde se quiera o no verlo así, a la época en la que se encuentra. Al fin y al cabo, se presume que los Yautja también habrían ido evolucionando, dentro de sus capacidades infinitamente más avanzadas que las nuestras en aquel entonces. También su aspecto, si hacemos caso a las historias que nos llegaron a través de los cómics y al final de la segunda entrega de la saga, tienen aspectos y tamaños diferentes.

Su fotografía es otro puntazo a destacar de PREY(LA PRESA). Los planos de paisajes abiertos son espectaculares, así como en planos cortos. 

Por último, la película nos regala una sorpresa que a todo fan de PREDATOR seguro que le emociona. Un easter egg brutal, que conecta directamente con la mítica escena final de PREDATOR 2. Si aún no caes en la cuenta de que puede tratarse, visita la entrada que publiqué en 2019, al respecto de esa escena y que se encuentra entre las más vistas de Mundo Pandereta, clicando aquí.

PREY (LA PRESA) es muy posiblemente la mejor entrega de la saga PREDATOR, desde aquella mítica del 87, con un Arnold Schwarzenegger en la piel del Mayor Alan “Dutch” Schaeffer, que consigue, por el momento, una heredera a su altura en la figura de Amber Midthunter como la cazadora comanche Naru. 

¿Lo mejor de todo? que todo pinta, que se abre un nuevo futuro en el universo PREDATOR, gracias al acierto, esta vez si, del binomio 20th Century FOX/DISNEY, que demuestran que cuando se ponen en las mejores manos, se pueden hacer grandes cosas con las mejores franquicias del cine.