El caso Rosenheim: el poltergeist alemán que desafió toda lógica.

En 1967, en una tranquila ciudad bávara, un bufete de abogados comenzó a experimentar algo que escapaba a toda lógica. Llamadas interrumpidas, luces que estallaban, objetos que se movían solos… lo que parecía un fallo técnico acabó convirtiéndose en uno de los casos poltergeist más documentados y escalofriantes de Europa.

Así nació la leyenda del caso Rosenheim, el expediente que desconcertó a ingenieros, científicos y parapsicólogos por igual.


🔥Esta entrada de octubre de 2017 ha sido actualizada y republicada, con mejoras en el contenido.


Todo empieza con un fallo telefónico.

Corría el año 1967 en la ciudad Alemana de Rosenheim. El dueño de un bufete de abogados de la ciudad manda llamar a la compañía Siemens, responsable de toda la instalación telefónica del bufete, por una serie de problemas técnicos que presentaban los teléfonos. Interferencias, cortes de llamadas, golpes de fondo en las llamadas, cruces de líneas... interrumpían constantemente el trabajo de los integrantes del bufete. Tras revisar la instalación la compañía propone sustituir los teléfonos para solucionar problema que hubiera, pero las incidencias continuaban.


Del teléfono a la electricidad: el caos se extiende.

Tras sustituir los teléfonos se empezaron a fundir los fluorescentes y a producir constantes cortes de luz. El dueño del bufete mandó llamar, en este caso, a la compañía eléctrica después de que Siemens le asegurara que no podía hacer más. Cuando un electricista acudió al bufete a revisar un fluorescente fundido, comprobó que todo estaba en correcto estado y que ese fluorescente fallaba porque alguien lo había movido ligeramente de su sitio, algo difícil de hacer sin ser visto, ya que los techos de ese bufete estaban a bastante altura.


El miedo aparece: los objetos comienzan a moverse.

Los incidentes técnicos pasaron a ser físicos. Las puertas se cerraban y abrían solas, muebles se movían ante la mirada de los trabajadores, papeles salían volando de las mesas, etc. Pensando que esos fenómenos podrían tener algo que ver con los problemas técnicos sufridos por la instalación eléctrica, se mandó sustituir toda la instalación por una nueva. Pero algo dejó estupefactos a los técnicos eléctricos cuando presenciaron como varios fluorescentes se desenroscaban solos y caían al suelo. 


Sin respuestas convencionales.

Los fenómenos continuaron esta vez en forma de pequeñas descargas eléctricas que sufrían los empleados. Tras todo esto, el dueño del bufete decidió ponerse en contacto con el Instituto Parapsicológico dependiente de la Universidad de Friburgo, para que investigaran unos fenómenos que ya comenzaban descontrolarse y aterrar a sus propios trabajadores.

El Instituto Parapsicológico de Friburgo tomó las riendas de una investigación que se convirtió en una de las investigaciones poltergeist más bien documentadas de Alemania, además de en un referente para la parapsicología del siglo XX. Se tomaron mediciones de todo tipo, descartando que todo aquello fuera culpa de ninguna instalación ni persona física y, por lo tanto, descartando que fuera un fraude, asegurando que los hechos acontecimientos en aquel bufete de la ciudad de Rosenheim eran auténticos. Pese a ello aún tenían que averiguar que motivaba aquellos sucesos paranormales y finalmente, dieron con el inesperado foco de los mismos. 


El misterio tiene nombre…

Anne Marie Schaberl era una joven de 19 años auxiliar administrativa, que trabajaba en el bufete y que siempre estaba presente cuando los fenómenos poltergeist se manifestaban. Tras varias pruebas a Anne Marie, se corroboró que era ella quién provocaba de forma inconsciente los fenómenos. Al conocer el foco y origen de todo aquello, Anne Marie fue despedida, no volviéndose a producir ningún otro fenómeno extraño.



El caso que hizo historia.

El caso Rosenheim es sin duda uno de esos casos poltergeist más bien documentados que existen y que, además, se convirtió en todo un referente para la parapsicología del siglo XX. 

Una imagen icónica sobre el caso Rosenheim más conocida, es la tomada por los investigadores en el preciso instante en el que uno de los fenómenos se hacía presente moviendo una lámpara de techo.




Otra imagen para la historia del misterio, retrata al dueño del bufete con una cara de profundo impacto mientras señala a su bolígrafo levitar.



Pese a que los investigadores señalaron a Anne Marie como el epicentro inconsciente de los fenómenos, el misterio nunca se cerró por completo.

A día de hoy, el caso Rosenheim sigue siendo uno de los episodios paranormales más documentados de la historia moderna. Un recordatorio de que el misterio puede esconderse en los lugares más cotidianos.


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Comentarios

  1. ¡Qué buena historia! Me pregunto si la chica volvió a tener este tipo de efecto en algún otro lugar. Saludos.

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    1. Me hice la misma pregunta cuando reeditaba la entrada y este fragmento extraído de un portal de internet que acabo de encontrar, puede que nos lo resuelva:
      “Tras ser despedida, la joven sufrió una profunda crisis emocional, que se vería agravada por la fuerte presión mediática. Con el tiempo, lograría conseguir un nuevo empleo en el bufete de abogados Weinzierl, de la misma ciudad. En el que, dicen los vecinos, de vez en cuando también solía ocurrir algún que otro incidente extraño. Hoy (el artículo era de 2015), la dama disfruta de su jubilación.
      Hace unos años, una ya sexagenaria Annemarie, defendía su inocencia en un programa de entrevistas de la televisión alemana: “Soy una mujer totalmente normal, con un cerebro normal, que puede pensar con normalidad”, afirmaba visiblemente molesta.
      “No tengo ese tipo de fuerzas, créanme. Debe haber sido otra cosa”, suplicó al despedirse.”

      ¡Muchas gracias por comentar Ana!

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